ATENCIÓN: Cagarse en la razón empieza a ser Mainstream. Modernillos paren ya!!

El arte de defecar con la pluma, antaño, o con el teclado de los chinos, en la actualidad, es una de las mayores artes que ha inventado la humanidad, una parte implícita y transversal del Trivium, que no daba créditos ECTS, pero que te dejaba más a gusto que un esfínter liberado. En estos tiempos de mierda, nos hemos vestido con la capacidad de cagarnos en todo, guay ¿No? No, porque no es en todo exactamente. Es en todo lo que no está envestido de un maravilloso halo de corrección política. Esta pandilla de hijos de puta, la castuza, en otras palabras, fue la que inventó la razón, en la Ilustración. Todo se llenó de saloncitos de pijos petimetres llenos de conocimientos y fingimientos de teología racional y política. El inventito le cundió a cierta parte de la castuza. Hasta que la tomó el Pueblo. Allá por mediados de este siglo, papá Karl, ese que sale en los memes de moda junto a la frasecita estúpida de los 100 millones de muertos, les robó la razón a los Ilustrados. Luego pasa lo que pasa, un siglo XX de revoluciones, de filósofos comunistas, de intelectuales comunistas, de satélites aéreos de la URSS. Una monada de descubrimientos que estaban bajo el paraguas de la ideología obrerista. ¿Qué pasó? Que la URSS cayó y había que enterrar al muerto lejos de la gente para poder manipular sobre él. Emergió entonces un nuevo invento, hijo de la ingeniería social de la CIA, LA POSTMODERNIDAD. De la relatividad más estúpida y falaz, empezaron a emerger nuevos dogmatismos y nuevas formas de ser. No sólo tenían que radicalizar a la derecha, sino que tenían que convertir a la izquierda en una ideología bambi y domesticada, que haría caerse de bruces al mismísimo Festinger. Parte de todo este proyecto global, es la superioridad moral de ciscarse en la razón. La razón, señores, es heteropatriarcal, burguesa y racista. No hay más. Tenemos que hacer caso al derechista Punset, y liberar nuestros chakras en lugar de ir al oncólogo. Si antes Dios nos iba a salvar de todo, ahora, In Pseudociencia We Trust. Si defiendes a la izquierda, tienes que apoyar este divorcio (con falsa denuncia por malos tratos incluída) entre Ciencia y Política.

En esta entrada iba a hablar de un artículo pero por la longitud casi se me han quitado las ganas.

http://www.eldiario.es/caballodenietzsche/casta-cientifica-paradigma-etico-Podemos_6_268133209.html

La Ciencia es casta. No hay más que hablar. Quiérase decir que esas personitas de alto C.I. (mucho más que el político medio), que hasta ponen de su dinero, para hacer proyectos de investigación, son algo así como Emilio Botín. Desde aquí me imagino a la señora Ruth Toledano una de esas alumnas mediocres de la clase, que se enganchó a Pedagogía, y que ahora defiende revoluciones de colorines plastidecor en las aulas. Disto de creer que toda ciencia es honesta, Punset  no lo es, por ejemplo xD Deepak Chopra tampoco, los experimentos buenistas tampoco. El tonito del artículo viene de una premisa mía, que guardo como la piedra filosofal de mi opinión:

Puedes cagarte en la izquierda, en la derecha, en la igualdad, en la paz… en lo que se te ocurra. Con razón, en lo bueno no serán capaces de cagarse hordas enteras. Como elimines la razón de tu argumentario, ¡Me cago en tó lo cagable! Para mí, has muerto como interlocutor.

¡Cacare aude! A cagarse en la sociedad emocional.

La Izquierda que nos quitará a nuestros hijos.

A los de LaSecta les gustaba invitar a algún politólogo bien avenido, de los que desfilan por la Complutense y por Podemos. No podía ser. Incompatibilidad de caracteres. Algo malo tenía que tener. Hace unos días en los medios se cambiaron las tornas. Podemos ya no era una de muchas alternativas, indignadilla, simpática a veces. Unos chiquitos neosesentaiochistas que defienden cosas radicales. NO. Podemos pasó a ser. 25 de mayo de 2014. El diablo. Aquí huele a azufre. El primer recurso es aludir a los “regímenes quitaniños” de América Latina. Cubezuela y sus secuaces “financian” la campaña, han contratado a líderes de las FARC, y tienen secuestrada a Ingrid, ahora trabajadora del Alcampo. PODEMOS es ETA. Defiende una Renta Básica Universal, terrorista, y alimentabocas. ¿Con qué la pagamos? No me digan, por Diox, con el dinero que hemos dado a los bancos, o obligando a los ricos a pagar impuestos. No me lo digan, por diox. ¿Derechos humanos? Qué derechos humanos defienden unos marxistas robaniños, no me digan que van a votar a violadores y asesinos de tal calibre. Y después qué, ir contra los valores de la familia católica! PODEMOS, PODAMOS, JODEMOS, MODELNOS… el caso es que la crítica socioeconómica es una vara en el culo para el sistema, y no esas varas de culo que dan tanto gustito sexual, sino de esas varas que se clavan en la próstata. Juzguen por ustedes mismos. ¿Nos quitarán a nuestros hijos? ¿Resucitarán la NEP? ¿Promoverán la Revolución Cultural? ¿Elevarán a fiesta nacional la fiesta del PCE? No lo duden. La Izquierda Tsipras es el cáncer de Europa, los nazis de Ucrania son cachorritos.

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Dictadura, empacho y chantaje. El boom de la psicología positiva.

«Se van a pelear… mi pseudociencia y tu paladar» Eduard Punset previendo el hartazgo.

«Los chakras se liberan a hostias» Deepak Chopra en su primera frase realista.

En mi opinión existen dos tipos de infelices, el infeliz realista y el infeliz idiota. El infeliz realista es consciente de sus genes y de sus circunstancias. Tiene una ética de supervivencia, pasa de «amenazas fantasmas», y defiende lo poco que tiene como si hubiera venido el Mad Max. No son/somos recuperables, pero no vamos a peor. El infeliz idiota, sin embargo, es una especie que retroalimenta su infelicidad, intentando escapar de ella. Como en el mito de Sísifo, empuja una gran piedra y cae rodando montaña abajo sufriendo contusiones cada vez mayores. La pseudociencia positiva se alimenta de la cara más omnipresente de la naturaleza humana, el ego. La analizaremos aquí:

Premisa 1. El gran caramelo. «Si piensas en positivo, triunfarás».

Toda pseudociencia, ideología o religión, debe fundamentarse en promesas, a falta de verdad o base epistémica alguna. La gran promesa de la psicología positiva indaga en el narcisismo herido, característica de todo ser humano. Una de las cosas que más impronta deja en el ser humano son las grandes frustraciones. Adular al cliente (las cosas por su nombre) de la psicología positiva, diciéndole que lo tiene todo en su haber, es más poderoso que el hablar con Dios, o conocer las bases de la «conspiración mundial». Las supuestas bases en este aspecto están muy en solfa, cuando no, evidentemente negadas, por la psicología científica. La resignación no impide las opciones, limita unas para centrarse en otras. Lo cual, es la actitud más inteligente y evolutiva que existe.

Premisa 2. Poderes mentalistas. «Depende de tí».

Sorda a cualquier estudio biológico, científico, genético y neurológico, la psicología positiva es aislacionista. Para el psicólogo positivo, debes seguir el método que te vendan, esa es el único obstáculo hacia la felicidad. Lo ignora absolutamente todo, hace borrón y cuenta nueva, en unas circunstancias predeterminadas. Sin duda una imprudencia digna de un Premio Darwin.

Premisa 3. Excluye a tus «enemigos». «Todos menos yo».

«El 99,9% no lo consigue, pero yo lo conseguiré» «Voy pa ministro» «Yo controlo» Si algo inherente a la naturaleza humana, más incluso que el olor de ciertas partes del cuerpo, es lo que yo llamo «fantasmismo», consiste en una fábula de invencibilidad, que nos convierte en pequeños superhéroes. A cierta edad todos vamos a ser futbolistas, cantantes y todo lo relacionado. La psicología positiva hace las veces de lavativa lingüistica a personas demasiado altivas. Lo cual se parece horriblemente al mensaje de las sectas. «Tú puedes» «No dejes que te arruinen la vida» «Los demás son tóxicos» Mensajes que te permiten colocarte por encima de todos los «desgraciados» que no se han sometido a tu lobotomía. Además de a las sectas, el mensaje «Todo el que no triunfa, es porque se lo merece» está vehementemente conectado con la infraética del capitalismo salvaje. La psicología positiva no lucha por la comprensión de los demás, sino que avanza hacia la exclusión.

Premisa 4. La dictadura de la sonrisa. «Por qué no sonríes, indeseable».

Todo lobotomizado por la psicología positiva, en su eterna amargura, carga y proyecta contra los que exteriorizan su tristeza o su pesimismo. No se contenta con intentar engañarse, sino que impone sus creencias. El fanatismo y la intolerancia de los recién conversos, estalla cual revuelta Almohade, en la península de la verdad. Territorios que antes eran científicos han estallado por el temor al estigma. Educación, sociología y prácticamente cualquier ciencia social, se han convertido en el paraíso de la hermenéutica neoliberal.

Consecuencia. Doblemente jodidos. «Tus ganas de vivir me horrorizan».

Sin duda, intentar alcanzar una quimera sin lograrlo, causa más infelicidad que renunciar a ella. Vivimos en las sociedades de la infelicidad, a pesar de los supuestos avances de la psicología.

 

Sírvase usted mismo.

¿Quiere una ración del Aspañó PPollo a la Pantoja? ¿Un plato de cenizas deconstruídas de socialdemocracia? ¿Le gusta desayunar chocotroskos de Podamos? ¿Una ensalada de despropósitos izquierdistas y milagrosamente unidos? ¿Una FACHA de CERDO que ya es VOX populi entre nuestros clientes? No se preocupe, el Bar Bitas, le invita a participar del suculento manjar de la democracia. Podrá pedir la luna y le serviremos un pedazo de mierda en recuerdo de que ahí había servicios sociales, empleo y esas gilipolleces. Le atenderá un antipático caballero en la mesa a la voz de «mete ya el puto voto», y lo mejor de todo, cuando salga podrá decirles a todos sus amigos que ha votado al mismo partido que ellos.

Sean testigos de la estupidez humana en directo. Cuando el sabio apunta al defecto Halo, los idiotas 2.0, a McDonalds.

Probablemente, uno de los momentos del día donde siento más psicoterror, angustia, y desordenado pánico, es cuando leo comentarios de Internet. Cuando alguien dice una mamarrachada tan terrible, que ni un Orwell alcohólico y alcoholizado, podría haber previsto, uno se consuela pensando que no pertenece a la «opinión pública», pero lo malo de Internet es que es como un Don limpio mezclado con lejía corrosiva, no engaña.

Si la «élite» de este país, individuos ricos, con formación universitaria y preuniversitaria, jóvenes, con la suficiente inteligencia para verter su opinión en un foro sin vergüenza (entrando en harina, de esto trata este post), toman la brillante determinación, de corear consignas estúpidas y delirantes, o, en el caso que nos atañe, de usar la psicología únicamente para criticar causas que salen en la tele, uno tiene el diagnóstico claro, OTRA GENERACIÓN PERDIDA.

Es aquí de los aquíes, cuando busco «efecto halo» y me salen sólo 30 encabezamientos, el 75% de ellos, de páginas web de recursos humanos (Cuando decir la verdad da dinero, ya se sabe…). Justin Bieber, con sus patéticas mojabragas, y sus igualmente patéticos detractores, puede haber encabezado cerca del millón de títulos. Pero esa ha sido otra muestra de estupidez humana que ni regalada de las muchas que atañen nuestro día a día. Vamos al grano:

Según Parodia de la frikipedia:

«El efecto halo se refiere a un sesgo cognitivo por el cual la percepción de un rasgo particular es influenciada por la percepción de rasgos anteriores en una secuencia de interpretaciones. Por tanto, si nos gusta una persona tendemos a calificarle con características favorables a pesar de que no disponemos de mucha información sobre esa persona. Este efecto se da en muchos ámbitos de la vida cotidiana, incluyendo en las aulas y en procesos judiciales. El nombre de efecto halo fue acuñado por Edward L. Thorndike; investigadores posteriores han estudiado este efecto y su relación, en especial, con el atractivo físico dada su relevancia en el sistema educativo y en procesos judiciales.»

Según se puede leer entre líneas, esto tiene un papel de vitalísima importancia en la sociedad humana y es el adalid de toda discriminación.

Un bloguero llamado Sergio Parra, al que a priori no identifico con estupidez ni malas intenciones, publica una entrada, hablando de él. Todo correcto, pero los lectores de tal blog de ciencia, supongo equiparables a los de la Muy Interesante, no relacionan el «efectito» con la discriminación, la justicia, la lucha de clases, o cualquier mal del mundo. Apuntan altísimo, los curas pederastas, y Mc Donalds. En efecto, no se habla más que de esos dos temas. Otro lisiado intelectual dice que esto no nos afecta «porque ya somos mayorcitos», tal vez sea el más coherente dentro de la brutal incoherencia de sus compañeros de desgracia, razón cero por supuesto.

Esperaba ver una sola referencia a los discapacitados, los delincuentes que ya han pagado por sus penas, los feos, los gitanos…. Pero parece que nadie está dispuesto a reconocer su propia estupidez, vuelcan a favor o en contra de empresas, o los curas pederastas. La escuela Telecinco ha hecho muchísimo daño, un daño monstruoso, que el 90% de las personas en España hablen de las orgías, los juegos de rol, los curas pederastas, José Bretón, Belén Esteban… y demás temitas de irrelevante trascendencia, y callen con los bancos subvencionados, la evasión de impuestos, o la discriminación, merece dos oles, pero en vez de con capote y a distancia, con bate de béisbol y sobre las cabezas de los desgraciados que votan a los políticos.

 

Las polladas de Zygmunt Bauman.

Que sí, crack. Que te hemos visto el plumero. Eres de esos intelectuales marxistas de starbucks que en su vida han visto un proletario. Que los pobres sufren, y a mí qué, mientras siga siendo pobre me importa un bledo. ¿Y toda esa mierda de decir que la naturaleza de los hitlerianos es la misma que la de nuestras sociedades democráticas? Como si todo el mundo no supiera ya que los nazis eran enfermos mentales contaminados por el gen de la maldad. Vete a venderle esa mierda anticapitalista a otro. Putos pobres, como si no fuera suficiente marcar con una X la casilla de la Iglesia para que Cáritas se ocupe de ellos. Todos sabemos que van creando lo que van buscando, que si eres discapacitado intelectual grave te puedes ganar la vida en La Razón o Intereconomía, que no vengan pidiendo cupos en las oposiciones. Siempre victimizándose cuando la mayoría votan al PP (True Story), y luego crean lobbys de poder, con sus importantísimas influencias, y se cuelan en la política a través del filoestalinista PSOE. Vamos, como si crear una sociedad comunal a favor del eje del Mal chavista, conviniera al PIB. Jaja luego se inventan el Índice de Desarrollo Humano, que hace que un país como Cuba, en dónde no hay Mercedes ni batamantas, esté en un puesto bueno. Se os ha visto el plumero, progres, sois una masa egoísta que queréis el poder por ser mayoría. Los derechos se ganan, gandules, no trabajando de esclavo en una fábrica, sino saliendo del MBA del CEU San Pablo con apellido.

Cómo se preocupan de nosotros las empresas. La hostia. Unos cariñitos.

Desde el erizo de Génesis o el Papá «sabiondo» de Catalana Occidente se me vienen unos cuantos ejemplos de amor empresarial. Todos ellos teñidos de ácidos sentimientos viscerales que todo humano debería tener. Desde La Batamanta hasta los alargadores de pene, las empresas nos abrazan y nos entretienen en las noches de insomnio, dándonos un bálsamo morboso que nos entretiene pensando en quién será el gilipollas desgraciado y deprivado culturalmente, que gaste su poco dinero en productos así. Las casas de la gente están llenas de compras subnormales que no se utilizan, desde enciclopedias de Larousse hasta vibralorzas que sólo adelgazan neuronas.  Si ve esos aparatos en casa de alguien no se ralle la cabeza, aplique la Máxima de Oro. Desde ahora: Tiene que haber gente así, jode mucho sentirse inferior. Aproveche estos vergonzosos detalles para querer al mongólico que tiene por padre, amigo, o rollete con derecho a roce. De momento, para que vaya haciendo boca le traigo el anuncio de la batamanta:

 

¿QUIÉN ES FREAKIKOMORI?

Freakikomori es ese extraño ser que pasa por tu vida sin dar ni quitar nada, ese vecino introvertido que no importa absolutamente a nadie, cual psicópata de película americana, ese personaje de novela que destroza su vida sin quererlo, ese Hipster que se cuela en los conciertos de Vetusta Morla porque pagar entrada es muy Mainstream, ese viejo amargado de Dickens, que en lugar de acumular orgullosamente dinero, acumula desgracias, ese crítico de arte que se caga en toda obra cultural no elitista desde el punto de vista intelectual, ese miembro del Partido Comunista que paga religiosamente la suscripción sin soñar en su puta vida con ser alcalde de pueblo. Freakikomori vivió todas las vidas de la canción del pirata de Sabina efímeramente cuando las escuchó por primera vez, y después guardó la canción en el fondo de su disco duro. Freakikomori ya no sueña con una vida normal, no es una persona de esas optimistas, que creen que sus problemas se solucionarán o que la avanzada ciencia curará sus enfermedades, y menos, que sus parasitarios ingresos le permitirán acceder a esa cura. Freakikomori es esa faceta de tu personalidad que odias y que tienes encerrada y reprimida fingiendo ser normal. Abre tus escuetos sentidos a otro blog de opinión y literatura que no interesa a nadie. Dale un patético like sin haber leído la entrada. El show de variedades más loco de la Historia de un patético dominio de WordPress ha comenzado.

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